lunes, 25 de junio de 2012

And full of life, and full of life.

Escuchar "Little Talks" de Of Monster and Men siempre me pone de buen humor y no tengo idea de por qué. Suele pasar que una cancion de buen ritmo pero letra triste tenga el efecto contrario al esperado en el momento de su creación. El hecho es que la creatividad es algo que se escapa de mi entendimiento. Está aqui, dentro de mi, pero no le entiendo. Habla un idioma que no fué implantado en mi cerebro al momento de ser concebida. De pequeña tenia la fumada idea de que iba a ser actriz y cantante al mero estilo de Thalia (si hubiera tenido su talento y belleza... CHANCEE) y conforme fui creciendo, renuncie a varios sueños. A lo lardo de mi no tan corta vida he renunciado al amor, a la ilusión. A veces hasta renuncio a la vida, ya saben, cuando me pongo bieen emo. A Dios gracias, pues mi Padre Celestial me quiere mucho y aqui me tiene, llenando de twitts sin sentido el ciberespacio. El world wide web (lease con voz de Optimus Prime) Ahora me encuentro a punto de iniciar una nueva etapa en mi vida y no puedo evitar pensar que estoy cerrando para siempre las puertas de otra. Es esta naturaleza tan malagradecida del ser humano que no nos deja ser felices con lo que tenemos. Queremos todo, queremos mas que todo. Queremos todo lo que no tenemos y lo que tenemos ni atención le ponemos. Dedicandome al mundo laboral (cuál mundo laboral... son práticas profesionales) temo que nunca me dedique a mis (5) libros -que crecen por minuto- Nunca terminaré de escribir Gemini War, ni Solitud, tampoco escribiré la biografía de mi mamá. Pero es que ¡qué le vamos a hacer! Tengo que comer y escribir todo el día no me mantiene... económicamente, porque entretenida, pues si, si me entretengo. Por eso, no puedo evitar suspirar feliz (porque en serio, me pone feliz la felicidad de otros) cuando conozco a alguien o sé de alguien que es feliz haciendo lo que ama, que Dios lo cuida y le bendice. Hay muchísima gente en el mundo amargada porque no es feliz con su vida, con su trabajo, que renunciaron a todos sus sueños y ahora les cuesta encontrar una sonrisa verdadera en su interior. Ése ha sido mi miedo al crecer, lo único que me prometí no hacer. Es que hay sueños a los que podemos darnos el lujo de renunciar, pero hay otros, en los que va la mera esencia de nuestra existencia, el adn de nuestra alma pues. Amar, reir, incluso llorar... todo es importante. Tal vez, quién sabe, algun dia termine la Trilogia Gemini War, y después, escriba la chica dragon, los publique y de mi trabajo pueda realizar el sueño de visitar el 221b de Baker Street en Londres, Inglaterra. Tal vez algún dia pueda mirarle a los ojos y decirle lo que ahora muere en mi garganta. Hay sueños a los que tenemos que aferrarnos para no caer al precipicio. Y sonreir.

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