lunes, 25 de junio de 2012

El recuento del bicentenario

Ya hace dias...semanas que quería escribir esto. Tanto que he olvidado más de la mitad de cosas que quería decir.
Me dio gusto celebrar los doscientos años desde el inicio de la lucha por la independencia de mi pais. Qué puedo decir, se me hincha el pecho de puro orgullo de ser mexicana. Sonrio como tonta escuchando una cancion llamada "A la pirámide del sol" del maestro Fernando Delgadillo. Pienso en la bonanza de esta tierra, en sus aguas, sus cielos, cómo el sol acaricia tibiamente el aire.

Sin embargo...

Me entristece muchisimo ver al pais sumido en una interminable vórtice de violencia. Pero a diferencia de muchos, yo no le hecho la culpa al presidente en turno. Se la hecho a todos los demás. A quienes sabían lo que se avecinaba y no hicieron nada. Por que claro que habia quienes sabian. No me van a decir ahora que una fuerza tan poderosa como la que invade al pais nació de la noche a la mañana.
Los altos mandos en el poder en años anteriores sabian lo que se fraguaba bajo sus narices y decidieron omitirlo o peor, hacer una tregua o pacto con ellos.

Pero eso ya pasó y desgraciadamente, no podemos hacer nada respecto al pasado. Por eso le agradezco y aplaudo al actual presidente sus acciones contra el crimen organizado. Es cierto, que a nivel nacional no se ha mejorado mucho en educación, economía, trabajo (que buena falta me hace) y demás. Pero por lo menos se busca erradicar un cancer que está acabando con el país. Es dificil, es complicado, pero... es una lucha, como tal. No luchamos contra "un extraño enemigo" No, el enemigo es muy conocido, demasiado, tristemente. El enemigo está dentro de nosotros. La pasividad extrema, nunca querer involucrarnos. Criticar a diestra y siniestra sin hacer nada realmente de valor. Una vez cada seis años emitimos un voto, la mayoría de nosotros de forma apática y al mejor postor. El más bonito, el más populista, la diferente. El nuevo. Y pasamos el resto del tiempo culpando a todo y todos menos a nosotros mismos. Somos los causantes de lo que vivimos en su mayoría. No queremos la responsabilidad de la lucha, del cambio, de la revolución ideológica, así que le damos el poder a unos cuantos y cuando fallan en obtener lo que buscamos, ahí si, no hay quien nos pare... ¿Cuándo será el día que despertemos del letargo en el que vivimos?

And full of life, and full of life.

Escuchar "Little Talks" de Of Monster and Men siempre me pone de buen humor y no tengo idea de por qué. Suele pasar que una cancion de buen ritmo pero letra triste tenga el efecto contrario al esperado en el momento de su creación. El hecho es que la creatividad es algo que se escapa de mi entendimiento. Está aqui, dentro de mi, pero no le entiendo. Habla un idioma que no fué implantado en mi cerebro al momento de ser concebida. De pequeña tenia la fumada idea de que iba a ser actriz y cantante al mero estilo de Thalia (si hubiera tenido su talento y belleza... CHANCEE) y conforme fui creciendo, renuncie a varios sueños. A lo lardo de mi no tan corta vida he renunciado al amor, a la ilusión. A veces hasta renuncio a la vida, ya saben, cuando me pongo bieen emo. A Dios gracias, pues mi Padre Celestial me quiere mucho y aqui me tiene, llenando de twitts sin sentido el ciberespacio. El world wide web (lease con voz de Optimus Prime) Ahora me encuentro a punto de iniciar una nueva etapa en mi vida y no puedo evitar pensar que estoy cerrando para siempre las puertas de otra. Es esta naturaleza tan malagradecida del ser humano que no nos deja ser felices con lo que tenemos. Queremos todo, queremos mas que todo. Queremos todo lo que no tenemos y lo que tenemos ni atención le ponemos. Dedicandome al mundo laboral (cuál mundo laboral... son práticas profesionales) temo que nunca me dedique a mis (5) libros -que crecen por minuto- Nunca terminaré de escribir Gemini War, ni Solitud, tampoco escribiré la biografía de mi mamá. Pero es que ¡qué le vamos a hacer! Tengo que comer y escribir todo el día no me mantiene... económicamente, porque entretenida, pues si, si me entretengo. Por eso, no puedo evitar suspirar feliz (porque en serio, me pone feliz la felicidad de otros) cuando conozco a alguien o sé de alguien que es feliz haciendo lo que ama, que Dios lo cuida y le bendice. Hay muchísima gente en el mundo amargada porque no es feliz con su vida, con su trabajo, que renunciaron a todos sus sueños y ahora les cuesta encontrar una sonrisa verdadera en su interior. Ése ha sido mi miedo al crecer, lo único que me prometí no hacer. Es que hay sueños a los que podemos darnos el lujo de renunciar, pero hay otros, en los que va la mera esencia de nuestra existencia, el adn de nuestra alma pues. Amar, reir, incluso llorar... todo es importante. Tal vez, quién sabe, algun dia termine la Trilogia Gemini War, y después, escriba la chica dragon, los publique y de mi trabajo pueda realizar el sueño de visitar el 221b de Baker Street en Londres, Inglaterra. Tal vez algún dia pueda mirarle a los ojos y decirle lo que ahora muere en mi garganta. Hay sueños a los que tenemos que aferrarnos para no caer al precipicio. Y sonreir.